Contraesquina Política. Erik Cisneros a través de Iveth Martínez convirtió el congreso en la cueva de Alí Babá y los 40 ladrones. Por: Fernando Martinez Plascencia. Coatzacoalcos Ver., a 20 de mayo del 2025.
21 May 25 - 23:41
Contraesquina Política.
Erik Cisneros a través de Iveth Martínez convirtió el congreso en la cueva de Alí Babá y los 40 ladrones.
Por: Fernando Martinez Plascencia.
Coatzacoalcos Ver., a 20 de mayo del 2025.
Llegó modosita, con las uñas escondidas, pero pronto las sacó una vez que se trepó al ladrillo del pinche Poder como decía el difunto tío fide, su presencia se ha vuelto detestable, convertida en una de las más insoportables funcionarias que ha llegado como tesorera al Congreso del Estado, unos dicen que es recomendada del contador Fernando Saure, quien logró jugoso contrato con el Orfis para limpiar las cuentas públicas de los ayuntamientos.
Fernando Saure mantiene una relación -dice una fuente-con el famoso bola 8, Erik Cisneros, ex secretario de gobierno, quien por cierto ha regresado con más poder que nunca, al grado que la fiscal Verónica Hernández Giadans sigue en el cargo, y por el lado de la legislatura mantiene el control a través de Tanya Carola Viveros, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de diputados.
Regresando al tema, de estar relacionada Iveth Martínez con el negro de Otatitlán a través de este contador, es algo delicado, hay que recordar que la gobernadora Rocío Nahle no quiere saber nada que huela al bola 8,-eso ha vociferado la gober-y si alguien permitió o avaló la llegada de esta señora al congreso, pues está traicionando a la “jefa” política.
La tesorera del Congreso, Iveth Martínez Hernández,-dicen los empleados- mantiene aterrorizados a los trabajadores en el interior del Congreso, por cualquier cosa los sobaja y humilla, y si no acatan sus órdenes les hace descuentos a sus salarios por sus “calzones”, ella decide quién cobra más o quien cobra menos, es un higadillo a quien no están “atendiendo” bien en casa porque llega con un humor de los mil demonios.
Esteban Bautista, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, tampoco le puede decir nada, el diputado tan solo es una figura decorativa, el poder de doña Iveth radica en el control discrecional y sin rendición de cuentas de los recursos millonarios que maneja, ella decide a quien le reembolsa sus viáticos y a quien no, pero a todos les exige facturas.
Además, doña Iveth es la poderosa jefa que tiene el control total con el personal incrustado en cada departamento que le debe su lealtad a ella, áreas que tienen que ver con la Cuenta Pública, estados financieros y contables, su dominio y poder pasa por encima del presidente de la JUCOPO y del propio Domingo Bahena, secretario general del Congreso.
La prepotente y engreída tesorera, Iveth Martínez Hernández está peor que Enrique Navarro, “el tortas”, el particular del ex diputado Juan Javier Gómez Cazarin, y es que las órdenes que recibe, tanto del diputado como del secretario general del Congreso, Domingo Bahena Corbalá, quien por cierto sigue sirviendo a los intereses de JJ Gómez Cazarín, se los pasa por donde no le da el sol, y estos podrán decir una cosa, pero en los hechos solo los chicharrones de la tesorera truenan.
Esta funcionaria que hoy se sabe es gente de Erik Cisneros, con quien trabajó en la Secretaría de gobierno, se da el lujo de gritar que ni Tanya Carola Viveros Cházaro, presidenta de la Mesa Directiva, puede hacer nada en su contra, y cuando llegan con algún documento de la diputada lo tira al cesto de los papeles del baño.
Doña Iveth se maneja a su libre albedrío, manejando un ala importante de la estructura del Congreso, ha acaparado los mejores cargos para su gente, sin ningún jefe por encima de ella, y grita a quien la quiera escuchar que nadie le puede hacer nada, hace y deshace al amparo de la protección de su “padrino” político que, desde luego no es el ex alcalde de Tatahuicapan, Esteban Bautista.
Se siente tan poderosa que Patricia González Bautista, directora de recursos materiales, sobrina del presidente de la JUCOPO, Esteban Bautista Hernández, tiembla cada vez que la manda llamar por algún asunto. De ese tamaño.
A Iveth Martínez Hernández los trabajadores del congreso le huyen por el trato déspota y grosero que tiene, una mujer sin escrúpulos, una ambiciosa vulgar que en 6 meses como tesorera siente qué la virgen la parió, y que nadie puede ni debe mirarla, ganándose el repudio de empleados y funcionarios por sus aires de diva, como si nunca se le fuera a terminar el cargo.
Desafortunadamente, el “líder” de la Jucopo por andar gestionando obras para sus empresas constructoras, descuida sus verdaderas responsabilidades, y se olvida de escuchar a su gente de confianza sobre el calvario que viven y pasan con esta detestable funcionaria que los trata peor que esclavos, y lo más grave es que abusa de la confianza del legislador al vociferar qué ella no le debe el cargo a él.
Por cierto, la tesorera ha acumulado tanto poder que la cafetería también la maneja ella, claro, desde atrás porque ya sería mucho su cinismo y desfachatez, y es que dicen los trabajadores-cercanos a ella-que se la entregó a alguien de su confianza sin licitación alguna de por medio, y no vaya usted a pensar que lo hizo por ser buena gente. Cómo cree.
Los precios en esta cafetería o restaurante son más cómodos y accesibles para los trabajadores, pero bajita la mano diariamente se recaudan,-dicen los que saben-entre 50 y 100 mil pesos. Saque usted sus números y cuentas semanales y mensuales.
No le digo, en el congreso hasta el más chimuelo masca fierro, la inescrupulosa tesorera no tiene llenadera, ha venido acumulando-nos dice una fuente cercana a ella-una cuantiosa y millonaria cantidad de dinero al amparo del Poder de un sistema gobernante qué presumió de ser diferentes.
“no robar, no mentir y no traicionar”. La manga que. Son peores que los prianistas.
Erik Cisneros a través de Iveth Martínez convirtió el congreso en la cueva de Alí Babá y los 40 ladrones.
Por: Fernando Martinez Plascencia.
Coatzacoalcos Ver., a 20 de mayo del 2025.
Llegó modosita, con las uñas escondidas, pero pronto las sacó una vez que se trepó al ladrillo del pinche Poder como decía el difunto tío fide, su presencia se ha vuelto detestable, convertida en una de las más insoportables funcionarias que ha llegado como tesorera al Congreso del Estado, unos dicen que es recomendada del contador Fernando Saure, quien logró jugoso contrato con el Orfis para limpiar las cuentas públicas de los ayuntamientos. Fernando Saure mantiene una relación -dice una fuente-con el famoso bola 8, Erik Cisneros, ex secretario de gobierno, quien por cierto ha regresado con más poder que nunca, al grado que la fiscal Verónica Hernández Giadans sigue en el cargo, y por el lado de la legislatura mantiene el control a través de Tanya Carola Viveros, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de diputados.
Regresando al tema, de estar relacionada Iveth Martínez con el negro de Otatitlán a través de este contador, es algo delicado, hay que recordar que la gobernadora Rocío Nahle no quiere saber nada que huela al bola 8,-eso ha vociferado la gober-y si alguien permitió o avaló la llegada de esta señora al congreso, pues está traicionando a la “jefa” política.
La tesorera del Congreso, Iveth Martínez Hernández,-dicen los empleados- mantiene aterrorizados a los trabajadores en el interior del Congreso, por cualquier cosa los sobaja y humilla, y si no acatan sus órdenes les hace descuentos a sus salarios por sus “calzones”, ella decide quién cobra más o quien cobra menos, es un higadillo a quien no están “atendiendo” bien en casa porque llega con un humor de los mil demonios.
Esteban Bautista, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, tampoco le puede decir nada, el diputado tan solo es una figura decorativa, el poder de doña Iveth radica en el control discrecional y sin rendición de cuentas de los recursos millonarios que maneja, ella decide a quien le reembolsa sus viáticos y a quien no, pero a todos les exige facturas.
Además, doña Iveth es la poderosa jefa que tiene el control total con el personal incrustado en cada departamento que le debe su lealtad a ella, áreas que tienen que ver con la Cuenta Pública, estados financieros y contables, su dominio y poder pasa por encima del presidente de la JUCOPO y del propio Domingo Bahena, secretario general del Congreso.
La prepotente y engreída tesorera, Iveth Martínez Hernández está peor que Enrique Navarro, “el tortas”, el particular del ex diputado Juan Javier Gómez Cazarin, y es que las órdenes que recibe, tanto del diputado como del secretario general del Congreso, Domingo Bahena Corbalá, quien por cierto sigue sirviendo a los intereses de JJ Gómez Cazarín, se los pasa por donde no le da el sol, y estos podrán decir una cosa, pero en los hechos solo los chicharrones de la tesorera truenan.
Esta funcionaria que hoy se sabe es gente de Erik Cisneros, con quien trabajó en la Secretaría de gobierno, se da el lujo de gritar que ni Tanya Carola Viveros Cházaro, presidenta de la Mesa Directiva, puede hacer nada en su contra, y cuando llegan con algún documento de la diputada lo tira al cesto de los papeles del baño.
Doña Iveth se maneja a su libre albedrío, manejando un ala importante de la estructura del Congreso, ha acaparado los mejores cargos para su gente, sin ningún jefe por encima de ella, y grita a quien la quiera escuchar que nadie le puede hacer nada, hace y deshace al amparo de la protección de su “padrino” político que, desde luego no es el ex alcalde de Tatahuicapan, Esteban Bautista.
Se siente tan poderosa que Patricia González Bautista, directora de recursos materiales, sobrina del presidente de la JUCOPO, Esteban Bautista Hernández, tiembla cada vez que la manda llamar por algún asunto. De ese tamaño.
A Iveth Martínez Hernández los trabajadores del congreso le huyen por el trato déspota y grosero que tiene, una mujer sin escrúpulos, una ambiciosa vulgar que en 6 meses como tesorera siente qué la virgen la parió, y que nadie puede ni debe mirarla, ganándose el repudio de empleados y funcionarios por sus aires de diva, como si nunca se le fuera a terminar el cargo.
Desafortunadamente, el “líder” de la Jucopo por andar gestionando obras para sus empresas constructoras, descuida sus verdaderas responsabilidades, y se olvida de escuchar a su gente de confianza sobre el calvario que viven y pasan con esta detestable funcionaria que los trata peor que esclavos, y lo más grave es que abusa de la confianza del legislador al vociferar qué ella no le debe el cargo a él.
Por cierto, la tesorera ha acumulado tanto poder que la cafetería también la maneja ella, claro, desde atrás porque ya sería mucho su cinismo y desfachatez, y es que dicen los trabajadores-cercanos a ella-que se la entregó a alguien de su confianza sin licitación alguna de por medio, y no vaya usted a pensar que lo hizo por ser buena gente. Cómo cree.
Los precios en esta cafetería o restaurante son más cómodos y accesibles para los trabajadores, pero bajita la mano diariamente se recaudan,-dicen los que saben-entre 50 y 100 mil pesos. Saque usted sus números y cuentas semanales y mensuales.
No le digo, en el congreso hasta el más chimuelo masca fierro, la inescrupulosa tesorera no tiene llenadera, ha venido acumulando-nos dice una fuente cercana a ella-una cuantiosa y millonaria cantidad de dinero al amparo del Poder de un sistema gobernante qué presumió de ser diferentes.
“no robar, no mentir y no traicionar”. La manga que. Son peores que los prianistas.
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