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CDMX a punto del colapso en materia hídrica. Por: Salvador García Juárez *26 Apr 24 - 14:11 CDMX a punto del colapso en materia hídrica
*La ONU ha señalado 2028, como “Día Cero”, para tener acceso al agua potable en la Ciudad de México, mientras Conagua alerta que el Día Cero podría llegar mucho antes para la capital, determinando tan solo 70 días. *La Agencia Aeroespacial Estadounidense (NASA),alerta que el 85% de la República mexicana enfrenta sequías severas, que podría pasar a extremas. Por: Salvador García Juárez.
Presidente del Consejo Nacional de Defensa a la Ciudadanía A.C. Ciudad de México., viernes 26 de abril 2024.- ¿Quién no recuerda la película: “Cuando el destino nos alcance”? Una producción fílmica que se desarrolla en un futuro posterior a una catástrofe mundial, donde la Tierra está devastada por la contaminación y el cambio climático y la necesidad de tomar medidas urgentes para revertir el daño causado. ¿Ciencia ficción o realidad? En 2023, la falta de lluvia hizo que ríos y lagos atraviesen por su peor momento, provocando que 210 presas en el país cuenten con una reserva de agua de tan solo 49%, otras 16 a un 20%, y Cutzamala con un mínimo histórico de 27% de su capacidad –todas a la baja-, y dentro de muy poco esa agua ya no va a poder ser utilizada porque los cimientos están contaminados. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha señalado 2028 como fecha fatal para la llegada del llamado “Día Cero”, en la que una parte importante del país se queda sin el vital líquido, incluyendo a la Ciudad de México. Para un Organismo como la Cuenca, de Aguas del Valle de México, dependiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), de no llover pronto, el verdadero Día Cero podría llegar mucho antes para la capital, señalando junio de 2024. En la Ciudad de México, actualmente el 70% del agua se extrae del subsuelo, mediante la sobreexplotación de pozos profundos, el 30% restante del líquido del Sistema Cutzamala, una obra monumental de ingeniería para alimentar a la Capital del país y zonas aledañas. Este imponente Sistema fue creado con un tiempo de vida promedio de 20 años, sin embargo, el túnel Lerma lleva más de 40 años en operación -más del doble de lo proyectado-, lo que convierte algunos de tramos en viejos y lastimosamente dañados. Derivado de lo anterior, las fugas representan un problema significativo, ya que ocasionan una pérdida considerable de agua potable que se desperdicia y no llega a los usuarios. Se estima que el Sistema Cutzamala pierde un 40% de agua por fugas en la red. Esto equivale a un volumen diario de más de 3,000 millones de litros, suficiente para abastecer a más de 10 millones de personas. Si a ello agregamos que el mantenimiento que se debería dar al Cutzamala es mínimo o inexistente, en donde resulta imperante que las graves fugas que presenta debieran ser atendidas como prioridad, lo que no sucede. Este era un problema que se venía arrastrando de administraciones pasadas, pero con la llegada de la 4T el tema se agravó al recortar de manera irracional su presupuesto, sin considerar que la Ciudad de México se encuentra a punto del colapso en materia hídrica. Actualmente doce de las 16 alcaldías de la Ciudad de México reciben agua del Sistema Cutzamala, siendo Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Benito Juárez, Cuauhtémoc, Cuajimalpa, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Miguel Hidalgo, Tlalpan, y Venustiano Carranza. Parte importante de las mismas -sin agua- podrían quedar semiparalizadas en 70 días, lo que afectaría a su población y economía, con todas sus consecuencias implícitas. La Ciudad de México, es sede de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, además del propio jefe de Gobierno capitalino. Esto ha obligado a sus autoridades a consentir a los capitalinos en materia de algunos servicios, como lo es el tema del agua, al grado que este servicio casi se regala para la población. Esto ha derivado en hábitos de consumo equivocados, que solo llevan al desperdicio irracional del vital líquido. A falta de campañas de cultura institucional permanentes su desperdicio es más que común. ¿Alguien recuerda el comercial de “Amanda, ciérrale a la llave”? creado en 1984 para promover el ahorro del agua que se convirtió en todo un ícono. ¿Pero despues, dónde quedaron las campañas para generar cultura que evite su dispendio? Valorar contar con agua en tu casa, sin que tengas que desperdiciarla, es la parte más difícil, ya que parte importante de quienes cuentan con el preciado líquido lo despilfarran en abundancia, por no tener una idea clara del costo real que tiene, y además de la gran falta que les hace a muchas otras personas. De esta manera es común ver como ante la ola de calor, el agua se dilapida con singular alegría a cubetazos y manguerazos. Traer el agua desde el Sistema Cutzamala hasta la Ciudad de México resulta carísimo, porque además de bombear el líquido para recorrer una longitud de 170 kilómetros, hay que elevar el agua a su nivel, para que alcance una altura de 1200 metros. La Torre Mayor de la Ciudad de México, mide en su altitud 225 metros. Bombear el líquido implicaría elevar 12 veces su altura, lo que resulta muy costoso. El gobierno de la capital, envuelto en una bandera populista, subsidia el agua a los ciudadanos para no provocar su enojo, lo que significaría perder votos. Según datos del Programa de Indicadores de Gestión de Organismos Operadores (PIGOO) del año 2022, solo 42% de usuarios paga el líquido. En la Ciudad de México hay muchas colonias, en lugares como Gustavo A. Madero, Iztacalco Xochimilco, Iztapalapa, Tulyehualco, Milpa Alta, donde conseguir agua para llenar un tambo es carísimo. En otras difícilmente cuentan con una sola gota de agua, lo que los obliga a comprar pipas y garrafones para cubrir sus más elementales necesidades. Resulta una injusticia que mientras la mitad de la población en la Ciudad de México obtenga agua subsidiada a muy bajo costo y la desperdicia, la otra mitad cuente con ella escasamente, o de plano no tengan acceso al ansiado líquido, lo que hace imperante ampliar la base de contribuyentes, y cobrar el servicio a su precio real, para hacer llegar este beneficio al mayor número de usuarios. La ecuación perfecta seria ¿Cuánto fue el costo real y cuanto se tiene que cobrar?, si tomamos en cuenta que de acuerdo a Luege Tamargo, exdirector de la Conagua, en la Ciudad de México “se desperdicia hasta el 49% en fugas” -antes de llegar a los hogares- a través de 18 mil fracturas en la red primaria que se producen anualmente, derivadas de una deplorable y deficiente infraestructura. ¿Por qué no se invierte en la capital del país, para sustituir la inservible y vieja red primaria? Las razones se encuentran, por un lado, en la cuantiosa inversión que se requiere, pero por el otro, a que esta inversión es subterránea, lo que no la hace visible para ser aplaudida. De esta manera nuestros gobernantes, han desviado el dinero para construir obras inútiles y de relumbrón. Este es el principal motivo por el que se ha descuidado la inversión en el tema. ¿Cuánto invirtió Claudia Sheinbaum durante su administración como jefa de Gobierno capitalina en la sustitución y rehabilitación de la red primaria de agua potable en la Ciudad de México? De acuerdo a información del Sistema de Aguas de la Ciudad de México sobre la inversión en la red primaria de agua potable, el Gobierno capitalino, entre el periodo 2019 a 2023 invirtió un total de 6 mil 341.24 millones de pesos. Si se estima que se requieren al menos 97 mil millones de pesos para renovar la red de 12 mil kilómetros en la ciudad, la inversión de Sheinbaum representa tan solo el 6.5%. Por si fuera poco, la Conagua encargada de prevenir y atender inundaciones y sequias, opera con el menor presupuesto que cuando inició el sexenio del presidente López Obrador. Este año el gobierno federal solo destinó 30 mil millones de pesos, cuando por lo menos se requerirá un mínimo de 240 mil millones de pesos, es decir ocho veces más. Hoy con tan solo una octava parte del presupuesto requerido se busca paliar la peor crisis del agua en México frente a una sequía excepcional que debiera ser tratada como una verdadera condición de desastre. El presidente López Obrador y el jefe de Gobierno Martí Batres siguen negando que no habrá falta de agua, cuando ya existe una verdadera escases, en la ciudad de México y parte importante del país. ¡La explicación es evidente! A nuestras autoridades no les conviene tocar un tema tan delicado en un momento tan cercano a las elecciones por su pésimo manejo. ¡Válgame! Despues de que pasen las elecciones AMLO y Batres, dirán que el inminente colapso hídrico en el país y particularmente la Ciudad de México no es negligencia de Morena, cuando la realidad apunta que si lo es: por haberle restado importancia a un tema tan prioritario como lo es el grave deterioro de la infraestructura hidráulica; por no haber tomado las medidas oportunas como destinar la inversión suficiente para atender la sustitución de la precaria y dañada red hidráulica de la Ciudad de México, así como por el nulo tratamiento a las aguas residuales, por lo que estamos a muy poco tiempo de que México llegue a la “Hora Cero”, es decir, un país y una Ciudad de México a punto del colapso en materia hídrica, que -de presentarse- tendrá un letal impacto en la población. Si no al tiempo. |
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